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Los secretos de la carne de cerdo ibérico de bellota

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Introducción

El cerdo ibérico es un animal cuya carne es muy apreciada en el mundo gastronómico. La calidad de su carne depende de varios factores, pero uno de los más importantes es la alimentación. El cerdo ibérico de bellota es aquel que se ha alimentado con bellotas durante al menos tres meses antes del sacrificio. La carne de estos cerdos es considerada una de las mejores del mundo y su sabor, textura y aroma son únicos. En este artículo vamos a hablar de los secretos de la carne de cerdo ibérico de bellota.

Origen del cerdo ibérico de bellota

El cerdo ibérico es una raza autóctona de la Península Ibérica. Durante siglos, los cerdos ibéricos se han alimentado de bellotas y otros recursos naturales de la dehesa, un ecosistema propio de la Península Ibérica. La dehesa es una zona de monte bajo donde crecen principalmente encinas y alcornoques, árboles cuyas bellotas son el alimento preferido del cerdo ibérico. El cerdo ibérico de bellota se cría en libertad en la dehesa y se alimenta exclusivamente de bellotas y otros recursos naturales. El periodo de alimentación con bellotas se extiende desde mediados de octubre hasta finales de febrero. Durante este tiempo, los cerdos pueden llegar a engordar hasta un 60% de su peso inicial, lo que se traduce en una carne más sabrosa y jugosa.

Características de la carne del cerdo ibérico de bellota

La carne del cerdo ibérico de bellota se caracteriza por tener un sabor intenso y una textura suave y jugosa. La grasa infiltrada en los músculos le da un aspecto marmóreo y mejora su sabor y suavidad. Además, la carne tiene un aroma característico que recuerda a la dehesa. La carne del cerdo ibérico de bellota es rica en ácido oleico, un tipo de ácido graso que se encuentra en mayor cantidad en los aceites de oliva y que tiene propiedades beneficiosas para la salud, como la reducción del colesterol malo y la prevención de enfermedades cardiovasculares.

Calidad de la carne del cerdo ibérico de bellota

La calidad de la carne del cerdo ibérico de bellota está regulada por la Denominación de Origen Protegida "Jamón y Paleta de Huelva" y la Denominación de Origen "Los Pedroches", que garantizan que el cerdo ha sido alimentado exclusivamente con bellotas y otros recursos naturales de la dehesa y que ha sido criado en libertad. Además, el cerdo ibérico de bellota debe cumplir una serie de requisitos en lo que se refiere a edad, peso y raza. Por ejemplo, para ser considerado cerdo ibérico de bellota, el animal debe tener al menos 14 meses de edad y pesar más de 100 kg. Además, debe ser de raza ibérica pura o tener un porcentaje mínimo de sangre ibérica.

Las partes del cerdo ibérico de bellota

La carne del cerdo ibérico de bellota se divide en varias partes, cada una con sus características y preparaciones específicas.
  • Jamón: es la pieza más valorada por su sabor, textura y aroma. Se obtiene de la pata trasera y puede ser de dos tipos: ibérico de bellota y de cebo. El jamón ibérico de bellota es aquel que cumple los requisitos mencionados anteriormente y se cura de forma natural durante al menos 36 meses.
  • Paleta: se obtiene de la pata delantera y tiene un sabor similar al jamón. También puede ser ibérica de bellota o de cebo.
  • Lomo: es una pieza magra, sin hueso y muy valorada por su sabor y textura. Se obtiene de la zona lumbar del cerdo.
  • Secreto: es una pieza situada entre el lomo y la paletilla. Tiene una textura suave y jugosa y es muy sabrosa.
  • Pluma: es una pieza alargada y fina situada junto al lomo. Tiene una textura muy suave y es ideal para preparaciones a la parrilla o plancha.
  • Presa: es una pieza situada en la parte delantera del cerdo. Tiene una textura jugosa y muy sabrosa.
  • Solomillo: es la pieza más tierna y magra del cerdo ibérico de bellota. Se encuentra en la zona lumbar.

Conclusión

La carne del cerdo ibérico de bellota es una de las más valoradas en el mundo gastronómico. Su calidad depende de varios factores, como la alimentación y la raza del cerdo, y está regulada por diferentes denominaciones de origen. Cada parte del cerdo ibérico de bellota tiene sus características y preparaciones específicas, pero todas comparten un sabor intenso y una textura jugosa y suave. Si eres un amante de la carne, no puedes dejar de probar la carne del cerdo ibérico de bellota.